Nos encontramos con tramos de difícil orientación que por dos veces nos mantuvo perdidos, teniendo que hacer muchos más kilómetros de los previstos. El tiempo esta vez nos acompañó pues ni un calor demasiado intenso ni el frío ni la lluvia nos hizo penosa la ruta.
Como penalización, los dos kilos de tienda de campaña que no usamos, pues entre hostales baratos y albergues, pudimos hacer noche siempre bajo techo; y la pérdida de una de las esterillas aislantes, que cayó sin hacer ruido de una de las bicis durante el cruce del Puerto de Béjar.... espero al menos que algún peregrino la encontrase y le sirviese de algo...
Esa pedazo de ruta! Se me quedó el gusanillo del camino... Habrá que repetir!
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